Cocina Fantasma - Victoria de Durango

En cuestión de la comida, el pollo se siente muy fresco, las salsas están ricas y se nota el sabor. La porción de papas a la francesa es muy buena, el precio de las bebidas son accesibles, mi favorita fue la fresada, se percibía el sabor de las fresas frescas y no congeladas, algo que para mí es excelente esa calidad. El ambiente es agradable y el servicio es muy amable.

Buen precio, buen sabor y porciones muy buenas, vale cada peso que pagas

La comida es aceptable, ya que la receta de las salsas parece ser una copia de otro restaurante de alas y boneless. A veces, parece que no las cocinan bien y se siente un poco cruda. El servicio de los meseros es regular, pero cuando llega el momento de pagar o pedir comida para llevar, la encargada de la caja es una señora muy grosera, y no entiendo por qué la tienen allí. Ya me ha pasado en dos ocasiones que me trata de manera tan horrible que no tengo ganas de volver, además de que te apresura y tiene una actitud que no comprendo, ya que parece molesta por su trabajo. El ambiente es decente, con buena música. Sin embargo, en algunas ocasiones ha estado en remodelación, lo que resulta incómodo y poco saludable, en mi opinión.

Los empleados ofrecen un mal servicio cuando comes en el lugar. Al ser groseros con otras mesas, te hacen sentir incómodo para seguir consumiendo allí; quizás luego te toque a ti pasar por esa mala experiencia.

Acompáñame a experimentar el trato más humillante mientras comes en un restaurante, por haber tenido el "error" de entrar con un café frío de Oxxo, con menos de la mitad del contenido. Llegas y te atiende el dueño del lugar, todo cordial, recibes el mismo trato de siempre, ya que no es la primera vez que vienes. Estás disfrutando de una comida con tu novia cuando de repente se acerca una señora (quien sabe si es la encargada, cajera, etc.) y te pregunta de manera grosera y prepotente, casi gritando, que no vuelvas a entrar con alimentos o bebidas que no sean de allí, ya que, si no lo sabes, está indicado en la entrada del lugar. ¡Para no volver! Qué decepción hacer un espacio en tu día para salir a comer o cenar a un lugar que te agrada, solo para recibir un trato tan denigrante y poco ético.