La Quinteria Sant Joan D'alacant

Nada en especial menú de 50 eur persona con 3quisquilla por persona .2zamburiñas persona un platito de pulpo para dos un platito embutidos y segundos a escoger nosotros carne a piedra el plato refractario venía frío o templado cosa q si no venía ardiendo la carne se cocina no se marca Ami punto de vista es un fallo.lo demás buen

Cenamos cuatro personas . Compartimos un extraordinario pulpo a la gallega, alcachofas plancha exquisitas y una patatas al horno deliciosas. De plato principal unas cocochas al pil pil muy buenas y una merluza fresquisima. Precio alto pero merece la pena pagarlo

Según entras te sueltan un qué queréis Les dices el nombre de la reserva, no lo oyen y te preguntan con un cómo? de una manera bastante desagradable. Ya te llevan hasta tu mesa con desgana. Pides una trona, que previamente has avisado por teléfono que la necesitas, te la traen de mala manera y te preguntan si la niña va a comer, de muy malos modos. Sí, la niña va a comer. Después de eso cuando pides te explican 2 cosas de la carta de manera que realmente se te quitan las ganas de pedirlas/comer.... gracias a Dios este camarero tan desagradable y maleducado no volvió a atendernos, pero a mí ya me habían quitado las ganas del sitio y de todo, que por otra parte no tiene absolutamente ningún encanto, como para no volver, el producto bien, pero comes igual de bien en mil sitios y mucho más a gusto. En resumen, nada recomendable, no volveremos nunca.

Experiencia nefasta, lamento decir, que me anime a volver al haber cerrado el Jardín de Galicia de Alicante, y después de leer tantas reseñas positivas. De entrada pedimos un plato de Quisquillas que estaban muy ricas. Después dos lenguados plancha, que estaban quemados y secos, uno estaba incomestible. Para no devolver los dos, deje el menos seco y cambie un lenguado por un plato de calamares rebozados. Los calamares estaban sosos y el rebozado era una pasta de harina pegada literalmente al calamar. Yo comí medio y el otro medio lo dejé en mi plato y mi mujer fue capaz de comerse uno entero. Ante tal desastre, como no estaba dispuesto a devolver también los calamares, pedí la cuenta, dejando el plato sin tocar en medio de la mesa. No tuvieron ni la deferencia de preguntar si le pasaba algo a los calamares o si no nos habían gustado. Los peores 74 euros gastados nunca en un restaurante.

En la Quinteria fueron muy amables. El servicio es correcto, el comedor acogedor, los lenguados bien a secas, el pulpo en su punto pero algo escaso, mucha patata y no demasiadas nueces, el solomillo no me gustó, ni por sabor, ni por tamaño y menos por el precio. Tampoco el detalle del vino me agradó, al decir que lo servían como en restaurante elegante por su nimia cantidad, el camarero me respondió que si echaba más se calentaba. Dicho lo cual, fueron dos borrones en mi impresión que me hacen pensar que me costará regresar.